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7 mayo, 2015

Cuadragésima primer Feria Internacional del Libro de Buenos Aires

Por Francisco Giarcovich

Cuadragésima primer Feria Internacional del Libro de Buenos Aires

Desde hace años el orador principal del Acto Inaugural es un escritor de renombre, han hecho uso de la palabra, Juan José Saer, Abelardo Castillo, Ricardo Piglia, Angélica Gorodischer, Tomás Eloy Martínez, Griselda Gambaro, Quino, y este año le tocó al dramaturgo Tito Cossa.

Como todos los años, para todos los lectores, la cita es en el predio de La Rural, donde conocer novedades editoriales, encontrar ediciones discontinuadas, chusmear, asistir a charlas: la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires sigue hasta el 11 de mayo, y este año el elegido autor nacional es el dramaturgo Roberto «Tito» Cossa, con las obras de teatro más representativas. Entre los autores del exterior fueron convocados los españoles Javier Cercas, Rosa Montero, y Arturo Pérez Reverte; el novelista estadounidense Dan Wells, la antropóloga francesa Michele Petit, y destaca la llegada del irlandés John Banville, ganador del Premio Príncipe de Asturias. Junto con Cossa, Banville es el otro grande esperado por todos.

La Feria está orgullosa de ser uno de los mayores escenarios culturales de Latinoamérica que año tras año posibilita la relación directa entre autores y lectores.

Y hay un dato relevante, los pioneros de la Feria del Libro Independiente y Autogestiva (F.L.IA.) militantes de los márgenes y arrabales de Buenos Aires, con una feria itinerante que ha recorrido, además, el continente entero, y que en Buenos Aires se repite mes a mes, con consignas combativas, autárquicas, completamente instaurados en el under del mundo literario porteño, entran este año a la Feria Internacional del Libro. Frente a la que alguna vez protestaron, compitieron, frente a la que construyeron su identidad como contrapunto, hoy, la editorial Milena Cacerola, casi totalmente institucionalizada, forma parte con su flamante stand de la Feria del Libro, y así, escritores jóvenes argentinos o latinoamericanos también hacen acto de presencia y hasta se dan el lujo de firmar ejemplares.

Otros que también firman, tal vez, con mayor prestigio, por parte de otras editoriales son Diego Bianki, Silvia Schujer, Decur y Alejandro Apo, Diego Paszkowski en una lista muy extensa que varía según los días.

La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, es un incontable catálogo nacional e internacional de industrias editoriales y una fiesta de la cultura. Desde 1975, año en que se realizó por primera vez, fue adquiriendo cada vez mayor importancia y reconocimiento, hasta convertirse en la muestra más importante de Latinoamérica convocando a más de un millón de asistentes cada año. Y además de su usual despliegue de stands y de libros, abre diálogos de debate y participación para abordar, cada año, un tema central. Las propuestas surgen del público, de los expositores o de los miembros de la Comisión de Actividades Culturales.

Tito Cossa

Entre las obras más conocidas de Tito Cossa se encuentran La Nona, Yepeto, El viejo criado, Gris de ausencia, Los Compadritos, Nuestro Fin de Semana, y Tute Cabrero.

Fue uno de los promotores de Teatro Abierto. En 1994 recibió el Premio Konex de Platino como el más importante escritor de Teatro de la década en Argentina. Roberto “Tito” Cossa fue el encargado de abrir la 41 Feria del Libro de Buenos Aires. Ironías del destino hacen que los textos de Cossa, antes, en las décadas de dictaduras fueran prohibidos, sean hoy lectura obligatoria en los colegios argentinos. Es que Cossa fue un testigo nada silencioso de su época, y hoy evoca a personalidades de su tiempo, como Arthur Miller, a quien conoció en los noventa cuando el norteamericano visitó la Argentina.

John Banville

Otro de los grandes invitados de este año. Es considerado uno de los grandes estilistas contemporáneos de la lengua británica, acuñó un lenguaje impecable cargado de un agudo sentido del humor y así supo suscitar el fanatismo de un público masivo. Parte de su mítica fama se debe a que desde hace algunos años viene cultivando una doble personalidad: Benjamin Black, el autor de dos novelas policiales negras. El Lémur (Alfaguara), es la tercera y flamante novela de su alter ego. En una entrevista hecha por Rodrigo Fresán, John Banville se muestra como un viajero incansable. Al parecer hay algo que lo separa de su alter ego, Banville siempre defendió el estilo por encima de la trama, mientras que Black se preocupa por el argumento, el personaje, el diálogo. Asegura que el seudónimo es su manera de advertirle a los lectores que Black trabaja de manera diferente a Banville. En su entrevista rescata a Richard Ford y a John Updike, y declara haber sido seguidor de Joyce, y de ser fanático de Beckett.

Otra de las novedades que se advirtieron este año en la Feria fue el ingreso y la legitimación, además de la figura del escritor, de la figura del editor. En particular, del editor joven. Hombres o mujeres que venían militando en las capas subcutáneas del mundo del arte: curadores, editores, artistas que poco a poco construían el complicado renombre, fueron, entre otros, los invitados de honor, puestos en relieve en esta enésima edición de la Feria, y Zona Futuro es el lugar para conocerlos, como a las nuevas escenas literarias y culturales que integran, hasta los ciclos de cultura, como también los cruces entre literatura, tecnología, talleres y conferencias sobre cultura contemporánea.

Es una manera de renovarse, en la imposible alquimia, el difícil proyecto de presentar, año a año, algo novedoso, básicamente, con los mismos materiales de siempre, y podemos ir todavía hasta el 11 de mayo y comprobar que la mística librera renació como cada Otoño en Capital Federal, con temas y personajes nunca antes citados.

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