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26 octubre, 2016

Gabriel Rud – Conciencia Colectiva

Gabriel Rud – Conciencia Colectiva

Por Michelle Faour

Entrevistamos al artista visual Gabriel Rud, quien desde el lenguaje digital crea manifiestos audiovisuales tomando en cuenta los parámetros de la disciplina fotográfica.
Los grandes territorios, característicos del artista concebidos desde el ordenador, requieren de la contemplación y de la reflexión como paso inevitable que disparará múltiples lecturas de sus obras.

Gabriel Rud es Especialista en Lógica y Técnica de la Forma, y Diseñador de Imagen y Sonido de la Universidad de Buenos Aires, donde se desempeña como profesor Adjunto de la materia Diseño Audiovisual, Cátedra Campos Trilnick y como investigador del proyecto idis.org (Investigaciones en Diseño de Imagen y Sonido).

Gabriel, la apertura del campo de la fotografía a nuevas tecnologías se ve indiscutiblemente en tus obras, ¿cómo empezó tu acercamiento hacia la práctica
artística digital?

La fotografía es por naturaleza un fenómeno de apertura o convergencia de tecnologías. Las llamadas “nuevas tecnologías” en realidad no son tan nuevas, el pensamiento y los procedimientos de lo digital están presentes en la cultura incluso antes del manejo de la
electricidad.

Mi acercamiento más formal a la práctica se da en la UBA, en la carrera de Diseño de Imagen y Sonido, donde conocí a Gabriel Valansi, Charly Nijensohn, Luis Campos, Carlos Trilnick, artistas y maestros con una fuerte reflexión sobre los soportes tecnológicos.

Mis primeras obras serias datan del año 1999, época en donde flotaba la inminente falla informática Y2k. Esa idea de colapso fallido, una falla fallida, pronto se cruzó con la situación económica del 2001 del país. El desánimo, la crisis, la no perspectiva del trabajo formal, se volvieron territorio fértil para la creación artística.

En cierto sentido, tus Inmediaciones son una “terraformación” como vos las describís, es
decir un paisaje construido que puede ubicarse en cualquier lado, ¿funcionan como utopías (o distopías) de la globalización?

Cuando estoy modelando o creando, no se me pasa por la cabeza un statement, no se si hay utopía o distopía, mi optimismo y pesimismo quedan al margen, suspendo cualquier tipo de reflexión social, coyuntural o existencial; parezco más un operario alienado frente al monitor horas, tallando, evaluando resultados según parámetros muy específicos. Mi opinión sobre la
globalización, ecología o la angustia del mundo nuevo, no son un motor. Hay una animosidad instintiva contra las llamadas nuevas tecnologías. Es un lugar muy cómodo para pararse, evaluar los avances como potenciales amenazas, es como quejarse del clima, es una convención. No es que soy un “integrado” como dice Humberto Eco, pero confío en una especie de
hiperintegración, explorar esas herramientas recién llegadas –generalmente despreciadas– es mucho más productivo para crear que la proyección apocalíptica de las consecuencias que conllevan. La televisión iba a dejarnos ciegos, la radio sordos, Internet tontos, la
fotografía mata pintura, el video a la estrella de radio y todo ese tren de pensamiento aburre.

¿La imagen viene de un concepto que ya tenías en la imaginación? ¿De dónde surge?

En realidad, en el caso de la serie Inmediaciones, el proceso parte de una experimentación que no tenía como objetivo lograr esas imágenes, empieza al azar con el uso de un software 3D. El programa que utilicé se implementa en general para realizar una práctica en el campo de la geología, consistía en traducir imágenes aéreas de topografías o terrenos en volúmenes tridimensionales. Entonces, lo que empecé a hacer eran pequeñas manchas de tinta, las escaneaba, y lo que encontraba era que la propia topografía de una mancha con su textura sugería un paisaje a gran escala, dando la sensación de inmensidad.
El terreno se gesta en un plano geométrico, un mallado de triángulos al que voy subdividiendo en
otros triángulos cada vez más pequeños. No es un cuerpo ni un volumen, solo un plano plegado, como si fuera una hoja de papel arrugada y vuelta a estirar.
Es a partir de ahí que entra el factor fotográfico: la luz. Para que este plano dé la ilusión de volumen hay que modular la iluminación, ubicarla en determinado ángulo e intensidad. Luego el encuadre, la focal y demás parámetros análogos a la fotografía.

Respecto a la creación de posibles territorios encontramos tres series representativas: Seol, Inmediaciones y Grund. ¿Cuál es la singularidad más notoria de cada una?

Inmediaciones llegó al punto en donde, luego del proceso digital, la idea era imprimir en grandes dimensiones y ver qué pasaba con la proporción. El título en cada obra, Lote, con su respectivo número, tenía que ver con la idea de que aparece un espacio y enseguida se lo lotea, entonces lo que se vende es la propiedad de ese terreno, no solamente la copia o la imagen y, para enfatizar esto, surgió la idea de entregar el archivo digital como si fuera una propiedad.

En Grund aparece algo más expresivo, que fue el tema de trabajar el color que tendría la fuente de luz, o el “sol”, entonces aparece la luz anaranjada, representando la hora del ocaso. En esta imagen hay una formación que tiene que ver con un cráter central, que ahí sí dispara una sensación que tiene que ver con el apocalipsis, porque hay algo ahí que es un vórtice. Incluso como un dato más técnico, Grund está compuesto por dos terrenos superpuestos: uno tiene
una depresión y lo superpone otro plano que tiene unos picos. Grund tiene que ver con unos territorios más complejos en donde la luz y el color empezaban a cumplir una función.
La serie Seol, es un paso posterior o paralelo a las otras dos series. En este trabajo, lo que hice fue mostrarle al espectador la percepción que yo tenía cuando trabajaba en el proceso de iluminar los territorios digitalmente. Pensé este territorio ya con ciertos colores, incluso con la superposición de nuevo plano que ilustrara un estado líquido. Esto generó que algunas zonas estén cubiertas por agua y otras emergidas. Esta instalación está compuesta por un video que dura 24 horas, y que se encuentra sincronizado con la hora del tiempo real del día; este video al proyectarse emula el ciclo de rotación planetaria. Otro componente de la instalación una información mínima blanco y negro. Entonces, por encima se proyecta el mismo paisaje, con la
información de la luz, la información del color y la proyección de la sombra en tiempo real coordinado con el horario terrestre. En principio parece una imagen fija, pero después de un rato se hace notorio a ojos del espectador que algo está cambiando.

¿Qué proyecto llevás ahora entre manos? Tu próxima serie o interés.

Mi trabajo hasta ahora se podría dividir en dos grandes ramas: una tiene que ver más con la creación de ciertas esculturas o piezas que se leen como objeto; y otra, donde hay grandes paisajes o grandes territorios. Esta nueva serie en la que estoy trabajando empiezan a
confluir ambas ramas. También trabajo en ciertas cuestiones mas puras de la fotografía, como la profundidad de campo o la velocidad de exposición que hace que estos objetos estén en una relación de haber sido como fotografiados.
En esta nueva serie sigo en el campo de la no materialización de estos objetos que estoy creando, y sigo intentando generar dispositivos para describirlos, como pantallas o imágenes fijas. Si yo tuviera la posibilidad de imprimir en 3D estos territorios y tener una maqueta, a priori podría parecer una experiencia interesante, pero en realidad se pierde el respeto a la no materia y a la dimensión digital.

Por último, me gustaría que respondieras rápidamente a lo siguiente:

Un libro: Dr Faustus, de Thomas Mann
Una película: Solaris, de Andréi Tarkovski
Una canción: Habitantes, de Daniel Melero
Un artista: Mika Martyniuk
Un museo o centro artístico: Museum für Naturkunde, Museo de Ciencias Naturales de Berlin
Una ciudad: Cuzco
Un recuerdo: El techo del sanatorio donde nací, de placas blancas cuadradas texturadas de pequeños agujeros y estuco, no muy distinto a las cosas que hago…