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23 mayo, 2013

El gobierno del presidente ecuatoriano Rafael Correa se encuentra totalmente comprometido con el proyecto de construir una Ciudad del Conocimiento que impulse el desarrollo científico y tecnológico en el Ecuador y que ya se encuentra en marcha. El gerente del Proyecto Yachay, Ramiro Moncayo, nos explica de qué se trata lo que se considera un emblema de las aspiraciones en materia de desarrollo y el nuevo sueño ecuatoriano.

Por Tatiana Souza Korolkov

Yachay significa, en lengua quichua, «conocer», «aprender», «saber», y es el nombre elegido para la primera ciudad del Ecuador planificada como un ecosistema de innovación, negocios de alta tecnología, una Universidad Científica y Experimental, institutos públicos y privados de desarrollo tecnológico, que apuntan a generar un cambio en la matriz productiva del Ecuador.

Es el proyecto emblemático del gobierno de Rafael Correa, liderado por la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación. Todos en el Ecuador hablan de él con cierto orgullo, en la convicción de que se trata de una idea de vanguardia, la cual será un ejemplo a seguir por el resto de los países de la región y pondrá al país como líder en materia de desarrollo. Para octubre del 2013, ya se piensa en la terminación de Universidad de Yachay, primer eslabón de una gran cadena de realizaciones.

Se ha destinado una inversión de 1.000 millones de dólares para la construcción de este gran sueño ecuatoriano, y es el Estado quien lo promueve y se arriesga inicialmente a este megaemprendimiento. También inversores extranjeros, como la República de Corea, se han sumado para promover esta Zona Económica Especial de Desarrollo de bioconocimiento y tecnologías de comunicación e información, que se denomina Ciudad del Conocimiento, y que pretende ser hogar y cuna de emprendedores latinoamericanos.

Se seleccionó la localidad de Urcuquí, un cantón con una población de 15.600 habitantes que se ubica en la provincia de Imbabura, una de las más hermosas del Ecuador, entre laderas de montañas y volcanes que son de gran atractivo turístico, ubicada a unos 120 kilometros de la ciudad de Quito. Yachay ocupará 4.270 hectáreas, lo que constituye el 20% del área total del cantón.

Algunas de estas tierras han debido ser compradas por el Gobierno; se trata de siete grandes haciendas con las cuales se negoció una compra no sin algunos conflictos respecto del valor real de las tierras; quedan aún algunas negociaciones.

Además, es una zona donde la presencia de comunidades originarias se hace muy latente, con casi un 40% de población indígena que, tras varias reuniones con los líderes del proyecto Yachay, han llegado a acuerdos que integran a los campesinos; estos, de distintas maneras, brindarán servicios y generarán más trabajo para su gente, mejorando sus condiciones económicas

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y manteniendo sus tierras y su lugar.

Planificar una ciudad es una posibilidad que brindan la arquitectura y el urbanismo que se ponen al servicio fundamentalmente de los gobiernos que, por distintas razones, necesitan crear nuevas poblaciones de manera ordenada y con fines específicos. Ya sea para crear nuevos centros económicos, administrativos, para poblar territorios o con fines de desarrollo científico y social.

El crecimiento desbordado de muchas grandes urbes, producto del aumento de la densidad demográfica, de la economía y de las masas de migrantes, hace colapsar toda planificación urbana, y las ciudades se expanden en forma caótica, con consecuencias negativas, como los bolsones de pobreza en los límites del cordón urbano. La planificación de ciudades con fines específicos tiene como ejemplos la ciudad de la ciencia en Tsukuba, Japón; Brasilia, como capital administrativa; Washington; Camberra, en Australia; Dubai, como modelo de urbe de lujo, de turismo y negocios de alta gama.

A partir de ahora, y hasta promediar el año 2030, tendremos a Yachay, cuyo fin de ciudad planificada es posicionar al Ecuador como un nodo de conocimiento y generación de nuevos negocios basados en el desarrollo tecnológico, y que pretende poner un límite a la dependencia económica del petróleo, el banano y las flores, colocando el país a la vanguardia del desarrollo humano y social.

Un plan maestro muy ambicioso y bello a la vez. Para saber algo más sobre este emprendimiento que para el gobierno de Rafael Correa es revolucionario y emblemático, conversamos con Ramiro Moncayo, gerente del Proyecto Yachay.

¿Cómo surge la idea de la realización de Yachay?

Uno de los objetivos macro del Gobierno del Ecuador es realizar el cambio de matriz productiva del país, es decir, pasar de una economía basada en la producción y la exportación primarias a ser una economía productora de conocimiento, comercializando productos con valor agregado y tecnológicos. Durante el primer período del presidente Correa, nace el Plan Nacional para el Buen Vivir, una planificación de objetivos macro, entre los cuales la reforma de la educación superior dispone la creación de cuatro universidades, para enfrentar la formación de talento humano acorde a las futuras necesidades del país.

El proyecto Ciudad del Conocimiento articula la innovación, el desarrollo de la investigación, y crea las condiciones para ser un país generador de tecnología y conocimiento, buscando reducir la brecha que el país tiene en este sentido.

¿Qué aspiraciones tiene en tanto aporte al conocimiento de la región?

Yachay pretender ser una parte fundamental en el avance científico a nivel mundial, especialmente en las áreas de biofarmacología, software, seguridad alimentaria, nanoestructuras , energía renovable y cambio climático. Hemos realizado la constitución de Zona Económica de Desarrollo Especial (ZEDE), que será la primera zona de desarrollo más grande del Ecuador.

¿En qué punto se encuentran las obras?

Se han realizado los estudios de suelo y geológicos al 100%, así como la cartografía, estudios de sismicidad y de prospección arqueológica. Se está haciendo la reconstrucción de la obra patrimonial existente en Urcuquí, en 86 inmuebles que se están restaurando, como por ejemplo la hacienda San Vicente y el ingenio San José. Para mayo del 2013, se entregará la parte patrimonial de la Universidad de Investigación Experimental. La construcción del nuevo campus se inició en abril de este año (2012). Para el 2014, se dará inicio a las clases para 200 alumnos. Se trata de una ciudad donde además habrá corredores verdes, 800 hectáreas para proyectos de agricultura, preincubación de empresas, negocios, comercios, institutos públicos y privados, además de convertirse en destino turístico y cultural”

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La articulación entre arquitectura, sociedad y Estado se hace siempre evidente al abordar la génesis y la historia de las grandes obras edilicias que tenemos como legado de tiempos pasados y presentes, que encuadran en un estilo, un movimiento, así como el diseño urbanístico de las ciudades habla del modo de vida y las necesidades de sus habitantes, y de la política que los rige.

La arquitectura representa un modo, una suma de conceptos que ponen de manifiesto una idea, una fuerza, una convicción. Esto se ve palpable en el Proyecto Yachay, que representa sin lugar a dudas la decisión de un gobierno de cambiar y mejorar la sociedad en la que vive, creando condiciones para el despliegue del talento del pueblo al que se conduce, creyendo en él y dándole la impronta ideológica con el personal estilo que tiene el presidente Rafael Correa, que despliega con ímpetu su nuevo sueño ecuatoriano.